Todos los años nos enfrentamos al problema de elegir protectores solares, las sanas dudas sobre su uso y su idoneidad para nuestro tipo de piel.
En primer lugar, comencemos con el significado de SPF, ese es el número que encontramos en el embalaje solar que nos da indicaciones sobre el Factor de Protección Solar, que es la capacidad del filtro para protegernos de los rayos UVB responsables de quemaduras en la piel. La mayoría de los dermatólogos recomiendan cremas con un SPF de al menos 30, mejor si es resistente al agua (proteger hasta 40 minutos en agua). Sin embargo, este valor no dice nada sobre la protección contra los rayos UVA, que penetran profundamente en la epidermis, lo que hace que pierdan elasticidad y causen arrugas. Por esta razón, es mejor preferir protecciones de amplio espectro. También es muy importante la forma en que se aplican los protectores solares que, para ser efectivos, deben aplicarse 15 minutos antes de exponerse al sol, recordando cubrir también las orejas y los labios. La protección debe extenderse cada dos horas y después de cada baño. Atención también a la forma en que se conservan los protectores solares. Al llevarlos a la playa, de hecho, el factor de protección está dañado, por lo que desaconsejamos el uso de protectores solares comprados el año anterior.
La línea solar de Factoryspa, LIV Energy Sun viene en nuestra ayuda para proporcionar tanto la protección adecuada para cada tipo de piel, como productos que pueden reparar la piel después de la exposición al sol y aliviar las quemaduras solares.